Las bolsas de cultivo son una gran alternativa a las macetas e ideales para cultivar plantas con raíces pequeñas como las patatas, las zanahorias, diferentes variedades de berries, arándanos y, por supuesto, flores.
Cuentan con la ventaja de poderse transportar fácilmente, lo que nos permite colocarlas en cualquier espacio y moverlas en caso de que sea necesario. Además, son duraderas y reutilizables y en la mayoría de los casos cuentan con una resistencia térmica y química excelente. Por otro lado, en comparación con las macetas, destacan por ser más resistentes a los impactos.
Las bolsas de cultivo son una herramienta de gran utilidad para el desarrollo de los cultivos, especialmente cuando estos se dan en espacios que no cuentan con las condiciones óptimas. En nuestro invernadero también podemos sacarles partido, utilizándolas para optimizar el espacio y aprovechando sus características para cultivar ciertas variedades de hortalizas.
Desde Sistemas Hortícolas Almería te contamos todo lo que necesitas saber sobre las bolsas de cultivo: qué son, sus ventajas e inconvenientes, principales tipos y cómo utilizarlas correctamente.
¿Qué son las bolsas de cultivo?
Las bolsas de cultivo son unos recipientes fabricados con plástico o tela transpirable que destacan por su gran capacidad de drenaje y aireación que se utilizan para cultivar flores y hortalizas con raíces cortas.
Son una alternativa a las macetas y en comparación con estas, destacan por ofrecer un mejor proceso de drenaje y aireación. Esto permite que las plantas se desarrollen con unas raíces más grandes, fuertes y saludables; lo que les permite absorber más nutrientes y agua.
¿Cuándo deben utilizarse?
Las bolsas de cultivo cuentan con numerosas ventajas pero solo es recomendable utilizarlas con plantas que tengan raíces de poca profundidad. Por ejemplo, algunas opciones son los tomates, pimientos, berenjenas, pepinos, frijoles, zanahorias, lechugas y hierbas aromáticas. Del mismo modo, también están recomendadas para cultivar flores.
Otro aspecto importante de las bolsas de cultivo es que necesitan una hidratación constante y contundente. Se recomienda su uso si se pueden regar de forma independiente o utilizando sistemas de riego por goteo.
Ventajas e inconvenientes de las bolsas de cultivo
Vamos a comenzar viendo cuáles son las ventajas de las bolsas de cultivo:
- Mayor capacidad de drenaje en comparación con otras opciones.
- Mejor aireación que la mayoría de macetas.
- Favorece el desarrollo de una masa de raíces fibrosas.
- Ayudan a que las plantas reciban una mayor cantidad de nutrientes y de agua.
- Permiten la creación de raíces nuevas y saludables.
Las bolsas de cultivo también cuentan con algunos inconvenientes, los vemos a continuación:
- Sus tamaños son limitados.
- Existen alternativas con mayor resistencia.
- Requieren grandes cantidades de agua.
Principales tipos de bolsas de cultivo
Podemos distinguir principalmente entre dos tipos de bolsas de cultivo: las de tela y las de plástico.
Las bolsas de cultivo de tela destacan por ser bastante resistentes, contar con una buena aireación y tener correas para facilitar su traslado siempre que sea necesario. Esta opción es más eco friendly ya que ha sido fabricada con materiales amigables con la naturaleza y puede ser reutilizada o desechada sin problema. Aunque, en comparación con la alternativa de plástico, necesita más agua ya que no la retiene con tanta facilidad.
Mientras, las bolsas de cultivo de plástico suelen ser de mayor tamaño y contar con un espacio más grande en el que sembrar. Son más resistentes a los factores ambientales y su consumo de agua es moderado, siguen necesitando bastante agua aunque el plástico ayuda a retenerla mejor. No son tan eco friendly como las de tela al haber sido fabricadas con plástico.
¿Cómo usar bolsas de cultivo correctamente?
Hay cuatro puntos fundamentales que debes tener en cuenta para utilizar las bolsas de cultivo: El suelo, el riego, los fertilizantes y el cultivo. ¡Te damos todas las claves!
- Suelo: Es el alma de todo cultivo y contar con una buena composición es fundamental. Una buena composición puede conseguirse mezclando un tercio de musgo, otro de compost y un último de vermiculita.
- Riego: Necesitas un buen sistema de riego, los más recomendados son el sistema de riego por goteo, del que ya te hemos hablado en artículos anteriores, o el denominado autorriego, que consiste en colocar un recipiente bajo la bolsa para que la planta absorba el agua de forma independiente.
- Fertilizantes: Al contar con muy poco suelo, las plantas que estés cultivando necesitarán ser fertilizadas adecuadamente.
- Cultivo: Es importante tener conocimientos de agricultura ya que no todas las hortalizas pueden cultivarse de esta forma. Recuerda que solo puedes plantar hortalizas que tengan raíces de poca profundidad.
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