¿Te gustaría saber cómo cultivar alcachofas en tu huerto o invernadero? Las alcachofas son unas hortalizas muy apreciadas en la gastronomía por su delicioso sabor y versatilidad. Si bien, ocupan bastante espacio de cultivo para su producción y requieren unas condiciones ambientales muy concretas, cultivarlas merece la pena tanto a nivel doméstico como comercial.
Las alcachofas son deliciosas y versátiles, con ellas pueden elaborarse todo tipo de recetas y, por eso, si cuentas con el espacio suficiente, deberías incluirlas en tu huerto o invernadero doméstico (por cierto, si estás pensando en cultivar tus propias hortalizas y quieres disfrutar de una calidad profesional en tamaño reducido, el invernadero túnel huerto de Sistemas Hortícolas Almería es justo lo que estabas buscando; ¡échale un vistazo). Por otro lado, como agricultor, las alcachofas son una hortaliza muy interesante por su alto precio de venta en comparación con otras opciones.
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En este artículo te explicamos cómo cultivar alcachofas contándote cuáles son las condiciones edafoclimáticas que necesitas, explicándote su ciclo de cultivo e informándote sobre las plagas y enfermedades que pueden afectar a tus alcachofas. ¡Sigue leyendo y quédate con todas las claves!
Condiciones óptimas para cultivar alcachofas
Lo primero que tienes que saber sobre cómo cultivar alcachofas es cuáles son las condiciones que necesitan estas hortalizas para desarrollarse adecuadamente. Te explicamos cuáles son los requerimientos para plantar alcachofas:
- Clima: Las alcachofas son unas hortalizas de invierno pero no soportan el frío intenso por lo que deben protegerse de posibles heladas utilizando una manta térmica para cultivos. La temperatura idónea está en 24º diurnos y 13º nocturnos. Además, las plantas requieren vernalización porque su floración está inducida por el frío (en este caso necesitarán una disminución de la temperatura hasta los 7º).
- Riego: Para desarrollarse, las plantas de la alcachofa necesitan abundante humedad y riego pero no aguantan una excesiva humedad ambiental. Lo ideal es utilizar un sistema de riego por goteo.
- Nutrientes: Las alcachofas demandan un buen abonado con estiércol o compost que le aporte los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse.
- Sustrato: Los suelos deben estar sanos, aireados y ricos en materia orgánica y humus. Hay que evitar suelos muy húmedos o excesivamente secos.
Ciclo de cultivo de la alcachofa
Una vez que cuentas con un terreno preparado adecuadamente, puedes proceder a la siembra de la alcachofa. Lo más habitual es hacerlo por esquejes o estacas ya que estos podrán cosecharse en unos cuatro o cinco meses después de plantarlos. Por el contrario, con semillas deberás de esperar entre ocho meses y un año.
El trasplante de las estacas puede hacerse entre julio y septiembre en zonas cálidas y marzo y abril en las frías. Estas deben plantarse con una separación de unos 70 cm y cubiertas con unos 3 a 5 cm de compost.
Las alcachofas son plurianuales por lo que no es aconsejable plantarlas en parcelas en las que se hagan rotaciones ya que pueden estar años durante el mismo terreno.
Cuando tus alcachofas tengan un tamaño adecuado podrán recolectarse. Para ello deberás cortar el tallo de cada alcachofa por debajo de la altura en la que se encuentren las hortalizas laterales más jóvenes que se encuentren en los laterales.
Plagas y enfermedades de la alcachofa
Saber cómo cultivar alcachofas es tan importante como tener nociones sobre cuáles son sus principales amenazas. Te explicamos cuáles son las plagas y enfermedades que pueden afectar a tu cosecha de alcachofas:
- Pulgón: Pueden aparecer si se abusa del riego y de los abonos ricos en nitrógeno. Se alimentan de la planta y sus frutos, echándola a perder.
- Gusano barrenador: Se introducen en el tallo de las alcachofas y excavan galerías afectando a la planta desde dentro.
- Caracoles y babosas: Suelen aparecer tras los días de lluvia y son perjudiciales porque se alimentan de las plantas, especialmente de las zonas más carnosas, dejándolas inservibles.
- Mildiu: Es la enfermedad más frecuente en alcachofas y suele aparecer por un exceso de humedad en el interior de las hojas, tallos y frutos causando la muerte de las plantas afectadas.
La mejor forma de defender a tus alcachofas de posibles amenazas es contar con la protección y prevención adecuada. Además de optimizar tus sistemas de riego y aireación, las mallas mosquiteras ofrecen una gran protección ante posibles plagas evitando el paso de agentes externos en el interior del invernadero mientras se garantiza la aireación. Las telas antihierbas, por otro lado, son el mejor aliado para evitar que crezcan malas hierbas que puedan favorecer la proliferación de enfermedades. ¡Echa un vistazo a las opciones que te proponemos en nuestra tienda online!