Entutorar calabacín es una forma de hacer que la planta se mantenga erguida y pueda desarrollarse disfrutando de una mejor ventilación e iluminación. Además, con el entutorado le estamos proporcionando un soporte a la planta que evita que se parta con el peso de las hortalizas cuando estas empiezan a engordar. Por último, podemos utilizarlo para guiar el crecimiento de la planta hacia arriba; optimizando el espacio de cultivo disponible.
Entutorar calabacín en nuestro invernadero nos permite mejorar enormemente el manejo del cultivo incrementando así la productividad y calidad del mismo.. Una labor que, además, es extremadamente sencilla; por lo que realmente merece la pena.
En este artículo te damos todas las claves sobre el cultivo del calabacín y cómo entutorarlo. Además, te explicamos qué condiciones necesita esta hortaliza para desarrollarse y por qué la poda es imprescindible para obtener los mejores resultados.
Características de la planta del calabacín
El calabacín pertenece a la familia de las cucurbitáceas y cuenta con numerosas variedades que se diferencian por su tamaño y colores (los hay verdes más claros y oscuros, amarillos, etc). Además de la parte de su fruto, la propia hortaliza, también pueden aprovecharse otras partes de la planta para su consumo como las hojas jóvenes o las flores masculinas.
La planta del calabacín es rastrera y tiene unas hojas muy grandes. Su cuidado y especialmente su poda es fundamental para evitar que se convierta en una especie invasora en tu invernadero.
Tiene flores monoicas, lo que significa que algunas tienen órganos sexuales femeninos y otras masculinos. Solo las flores femeninas darán lugar al fruto del calabacín una vez que sean fecundadas con el polen que producen las masculinas.
¿Por qué y cómo hay que entutorar el calabacín?
Si cultivas calabacines en tu invernadero habrás observado que la planta tiende a inclinarse hacia un lado. Este es un indicador de que necesita que le coloquemos un tutor que le ayude a mantenerse erguida. Del mismo modo, el entutorado permitirá un mejor aprovechamiento del espacio del invernadero al hacer crecer la planta de verticalmente y lo que es más importante, permitirá un mejor manejo de las plantas.
Las estructuras de los invernaderos están optimizadas para el uso de entutorados, siendo bastante sencilla la colocación de sistemas de alambre o hilo poliéster para la sujeción de las plantas. Generalmente estas instalaciones vienen provistas de estos tutores. De no ser así, antes de instalarla, debemos tener la precaución de que la estructura del invernadero soporte estas cargas, cuestión que el fabricante o instalador nos puede garantizar de antemano..
Los entutorados se forman con unas mallas de alambre o hilo poliéster tejidas en altura sobre los postes del invernadero. Este soporte estructural nos permitirá posteriormente comenzar el trabajo de entutorado de nuestras plantas, colgando sobre él las perchas y con los hilos se realiza la sujeción.
Para montar estas estructuras en Sistemas Hortícolas Almería disponemos de toda clase de alambres, trenzas, hilo poliéster y herramientas para el tensado.
Contando con que tenemos la estructura adecuada ya solo nos faltará ir colgando las perchas a esta estructura. Posteriormente se va descolgando el hilo que contienen y deberás atar las plantas en tantos tramos como sea necesario para que la planta se quede bien fija y en vertical para que pueda aguantar el futuro peso del fruto sin doblarse y, por supuesto, sin romperse.
¿Qué condiciones necesita el calabacín para desarrollarse?
Si te preguntas cómo obtener los mejores resultados cultivando un calabacín es importante que prestes atención a sus exigencias climáticas y a las características que debe tener un suelo óptimo para su cultivo.
Recuerda que puedes recrear las condiciones necesarias en el interior de tu invernadero utilizando los productos que te ofrecemos en Sistemas Hortícolas Almería, tu tienda especializada en productos para el montaje y mantenimiento de tu invernadero.
El calabacín necesita una temperatura de entre 20 y 25º para su germinación y para su crecimiento y desarrollo lo óptimo sería una temperatura diurna de 25º y nocturna de 20º. Puedes controlar la temperatura en el interior de tu invernadero recurriendo a las ventilaciones y pantallas térmicas.
La humedad óptima para el calabacín, por otro lado, está entre el 65 y el 80%. Una humedad superior produciría un corrimiento en las flores y un incremento de las enfermedades aéreas.
Respecto al suelo, el calabacín se adapta bien a todo tipo de terrenos pero prefiere aquellos con textura franca, fértiles y ricos en MO. Los menos recomendables para su cultivo son los suelos arcillosos, fríos y húmedos con drenajes insuficientes.
La poda, imprescindible para conseguir mejores resultados
Al igual que el entutorado del calabacín, la poda es fundamental para obtener los mejores resultados. Sirve para mejorar la aireación de la planta y reducir las posibilidades de que aparezcan enfermedades y plagas. Además, facilita otras labores dentro del invernadero; equilibrando la parte vegetativa de la planta.
Puedes podar los brotes secundarios, las hojas inferiores para conseguir una mayor luminosidad y aireación de la planta y los frutos dañados para lograr que el resto se desarrollen mejor.
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