Los esquejes son una de las formas de reproducción más habituales para obtener nuevos árboles, plantas y arbustos para tu huerto, invernadero o jardín. Se trata de una metodología que es compatible con muchísimas variedades de plantas, incluyendo con la mayoría de plantas ornamentales y productoras de hortalizas que puedes tener en tu invernadero.
Como especialistas en invernaderos, en el blog de Sistemas Hortícolas Almería te contamos todo lo que necesitas saber para obtener los mejores resultados en tus cultivos. En esta ocasión te damos las claves que necesitas para empezar a utilizar la reproducción por esquejes.
En este artículo te explicamos qué son los esquejes, cuáles son sus tipos, qué tipos de árboles, arbustos y plantas pueden reproducirse mediante un esqueje y cómo obtenerlo paso a paso. ¡Sigue leyendo para quedarte con todas las claves!
¿Qué son los esquejes?
Los esquejes son partes vivas que se extraen de una planta sana para injertarlas en otra o en una maceta para que se desarrolle. Junto con las semillas, los esquejes son una de las formas más habituales que pueden emplearse para reproducir plantas.
Hacer un esqueje consiste simplemente en hacer un corte limpio de una parte determinada de la planta (normalmente del tallo aunque también hay otros tipos, como veremos a continuación) para que pueda reproducirse.
Tipos de esquejes
Como comentábamos antes, lo más habitual para reproducir una planta por esquejes es sacarlos del tallo aunque también pueden obtenerse de otras partes. A continuación, te contamos qué tipos de esquejes pueden usarse en agricultura y jardinería:
- De hoja: Habitualmente se trata de cortar una hoja con su rabillo (conocido como peciolo). También pueden sacarse esquejes de partes de la hoja en especies muy concretas como los crisantemos o las dalias o solo de la hoja como en el caso de la begonia rex.
- De hoja y tallo: Consiste en cortar un trozo del tallo que tenga una o varias hojas.
- De raíz: Se trata de coger trozos de las raíces o brotes de las raíces superficiales y enterrarlos en una mezcla de turba y arena. Esta técnica se emplea habitualmente con las plantas herbáceas de raíz carnosa y para algunos árboles y arbustos.
- De tallo o rama: Es decir, coger solo el tallo sin hojas o una rama. Este tipo de esquejes pueden a su vez ser leñosos (duros) o herbáceos ( tiernos).
¿Qué tipos de plantas pueden reproducirse por esquejes?
Aunque la mayoría de plantas y árboles pueden reproducirse por esquejes, este proceso no siempre es apto para todo tipo de variedades. A continuación, te contamos de qué tipo de plantas, árboles y arbustos puedes sacar esquejes y cómo hacerlo:
- Árboles y arbustos de hoja perenne: En este caso lo mejor es sacar los cortes de las puntas o tallos conocidos como “esquejes de talón”, ramas nuevas que tienen como base un trozo de madera de al menos dos años.
- Árboles y arbustos de hoja caduca: Los árboles y arbustos de hojas caduca crecen mejor a partir de los esquejes tomados de ramas con menos de un año. Para conseguir mejores resultados se recomienda coger los esquejes entre finales del otoño y principios del invierno.
- Plantas herbáceas: En este caso lo mejor es utilizar esquejes de tallo para las plantas comunes y herbáceas y un trozo de rama joven y sana para las plantas de madera dura.
- Plantas de interior: Las plantas de interior que mejor se reproducen por esquejes son las que tienen tallos delgados y rígidos. Para multiplicarlas utilizando esta técnica tan solo tienes que tomar un esqueje de tallo.
Cómo preparar un esqueje paso a paso
Lo primero que tienes que tener claro si quieres reproducir una planta por esquejes es determinar si esa especie es apta para ese tipo de reproducción y qué tipo de esqueje es el más adecuado. Ante la duda, para la mayor variedad de especies herbáceas que podrás cultivar en tu invernadero lo más recomendable es la reproducción por esquejes de tallo.
Asegúrate también de que la planta madre (de la que vas a obtener el esqueje) está sana y tenga un desarrollo óptimo. Para seleccionar qué parte cortar lo mejor es buscar un tallo tierno o una rama recién brotada. Lo recomendable es buscar los más saludables y flexibles.
Para realizar el corte ten en cuenta los siguientes puntos:
- Asegúrate de emplear unas tijeras de poda bien limpias y desinfectadas y ponte guantes para prevenir accidentes y para proteger a la planta.
- El corte de la base debe ser en dirección horizontal y el de la punta, diagonal.
- El tamaño total del esqueje no debería superar los 20 cm aunque deberías adaptar el tamaño a la especie. Para los arbustos y plantas de menor tamaño lo habitual es usar entre 5 y 10 cm mientras que para las especies más grandes es lógico usar un tamaño superior.
Una vez que tienes los esquejes deberás tratarlos adecuadamente antes de plantarlos. Para ello asegúrate de retirar las hojas de la parte inferior y de sacar los brotes florales para evitar que consuman los recursos que necesitará la planta para desarrollar sus raíces. También es recomendable aplicar una disolución de agua y fertilizante líquido para que el esqueje esté en condiciones óptimas antes de plantar.
Cuando tengas tu esqueje listo puedes pasar a preparar el recipiente de enraizamiento. Es decir, el lugar en el que lo vas a plantar para que empiece a desarrollar sus raíces. Para ello, prepara un buen sustrato húmedo y rico en nutrientes.
Ya puedes plantar tu esqueje, asegúrate de regar frecuentemente y de ofrecerle una temperatura constante y suave hasta que esté listo para ser trasplantado a su ubicación permanente.