Entendemos por huerto ecológico aquel en el que se practica una agricultura respetuosa con el medio ambiente. Es decir, cualquiera en el que,
independientemente de su tamaño o de si es para uso personal o profesional, se aplican principios y técnicas de cultivo respetuosas con la tierra y la naturaleza.
A diferencia de los huertos tradicionales, en el huerto ecológico se producen los alimentos de una forma totalmente natural. Es decir, no se utilizan ni fertilizantes ni pesticidas químicos.
La agricultura ecológica es una tendencia en alza porque cada vez hay más personas concienciadas con el respeto por el medio ambiente y nuestros entornos naturales. A la par, este tipo de técnicas no solo abogan por la sostenibilidad; a largo plazo también permiten obtener hortalizas de mejor calidad y optimizar los resultados en los cultivos utilizando un menor número de recursos.
Si te interesa saber más sobre este tipo de agricultura, no te pierdas el artículo en el que te desvelamos todas los secretos sobre la agricultura ecológica y sus ventajas. En esta ocasión, vamos a darte todas las claves sobre los huertos ecológicos empezando por contarte qué exactamente un huerto ecológico y cuáles son sus características. Te contamos también qué tipo de productos se pueden utilizar en este tipo de huertos y los pasos a seguir para montar el tuyo. ¿Te quedas con nosotros?
¿Qué es un huerto ecológico?
Un huerto ecológico es aquel lugar en el que se cultivan hortalizas y plantas aromáticas y frutales utilizando técnicas ecológicas y respetuosas con el medio ambiente y la biodiversidad de la zona.
En este tipo de huertos no se utilizan químicos, están libres de pesticidas y abonos artificiales. En su lugar, se utilizan técnicas tradicionales que favorecen la biodiversidad mientras permiten obtener mejores resultados como los policultivos y rotación de cultivos, el uso de compost o los remedios naturales contra las plagas como fumigar con vinagre.
Concretamente, un huerto ecológico cuenta con tres características clave:
- Las técnicas de cultivo que se utilizan son respetuosas con el medio ambiente basadas en principios ecológicos.
- La producción es totalmente natural, no se utilizan químicos ni técnicas artificiales.
- Se produce a pequeña escala, favoreciendo el desarrollo sostenible y la optimización de recursos.
¿Qué productos no se pueden usar en un huerto ecológico?
En los huertos ecológicos no se pueden utilizar productos químicos como los abonos sintetizados en laboratorios o los pesticidas y herbicidas.
Aunque los abonos químicos pueden tener muchos beneficios para las plantas al haber sido formulados específicamente para cubrir sus necesidades, pueden generar residuos y contaminar el suelo, el aire y las propias hortalizas.
En el huerto ecológico se sustituyen estos productos por otros de origen natural como el estiércol, abonos verdes o el compost.
Los pesticidas y herbicidas químicos están totalmente prohibidos en los huertos ecológicos por ser especialmente dañinos para el medio ambiente. En su lugar, se utilizan diferentes técnicas para prevenir la aparición de plagas o alternativas naturales para combatirlas.
Pasos para montar tu propio huerto ecológico
¿Quieres tener tu propio huerto ecológico? Sigue estos pasos para obtener los mejores resultados:
- Busca un lugar soleado, necesitarás al menos unas seis horas de luz solar directa al día.
- Prepara unas filas de tierra de unos tres metros de largo con orientación de norte a sur para aprovechar al máximo la luz solar.
- Invierte en semillas de buena calidad y producidas también de manera ecológica. Busca opciones recomendadas en función de tu zona.
- Planta tus semillas cuando te lo recomiende tu proveedor. Si no es mes de siembra, siempre puedes comprar ejemplares ya crecidos para empezar. Recuerda seguir también las indicaciones del proveedor a la hora de plantar las semillas, respetando las distancias recomendadas.
- Utiliza tierra de calidad enriquecida con compost.
- Asegúrate de cuidar día a día tus plantas, regándolas y revisándolas en busca de la presencia de cualquier agente perjudicial.
En función de la zona en la que vivas será más recomendable optar por unas variedades u otras. En líneas generales, para las zonas secas lo ideal es empezar con remolachas, zanahorias, patatas o cebollas. En las zonas húmedas es mejor optar por hortalizas que precisen un riego abundante como la coliflor, el apio, los pepinos o las berzas.
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