Controlar todos los factores ambientales dentro del invernadero es fundamental si quieres obtener unos resultados óptimos en tus cultivos. Por eso, uno de los objetivos que tienes que plantearte como agricultor es conseguir la humedad relativa ideal dentro de tu invernadero. ¿Sabes lo que es?
La posibilidad de controlar la temperatura interior es una de las principales razones por las que utilizamos invernaderos para cultivar todo tipo de plantas, flores y hortalizas en cualquier época del año. Lo mismo sucede con la iluminación, utilizando mallas de sombreo podemos controlar la cantidad de luz que dejamos penetrar en el interior del invernadero para conseguir unas condiciones óptimas para cada variedad.
Sin embargo, aunque estos son los dos factores clave que todo el mundo conoce, no son las únicas condiciones ambientales que se pueden -y se deben- controlar en un invernadero. En este artículo vamos a hablar sobre otro punto clave: la humedad relativa ideal.
Como expertos en materiales para el montaje, construcción y mantenimiento de invernaderos, desde Sistemas Hortícolas Almería te contamos qué es la humedad relativa en un invernadero, cómo controlarla adecuadamente y por qué es importante llevar una medición adecuada.
¿Qué es la humedad relativa en un invernadero?
La humedad relativa hace referencia a la relación entre la cantidad de agua que hay contenida en el aire (humedad absoluta) en ese momento y la máxima que podría haber a esa misma temperatura (punto de saturación).
Es un valor que se expresa en porcentajes y un factor que se relaciona con la transpiración. Alcanzar la humedad relativa ideal en el invernadero es fundamental para que las plantas puedan realizar la fotosíntesis. Además, como veremos a continuación, hay una serie de efectos adversos si esta es demasiado alta o excesivamente baja.
Dependiendo de la variedad de hortalizas que estés cultivando dentro de tu invernadero la humedad relativa ideal será diferente. Aunque, los niveles de humedad más favorables para la mayoría de los cultivos suelen estar entre el 50 y el 70%. Porcentajes más bajos o más altos provocarían efectos adversos sobre su rendimiento.
Efectos adversos sobre la planta si hay una humedad relativa alta
Un exceso de humedad relativa en el ambiente puede provocar los siguientes efectos adversos en los cultivos:
- Se reduce la transpiración de las plantas, lo que disminuye la absorción de nutrientes y acaba afectando su correcto desarrollo y crecimiento.
- Un exceso de humedad dificulta la polinización.
- Se favorece la propagación de enfermedades y plagas, así como la aparición de hongos.
Efectos adversos sobre la planta si hay una humedad relativa baja
Un exceso de humedad es perjudical para los cultivos pero cuando esta es demasiado baja también se producen efectos adversos. Estos son algunas de las consecuencias más importantes de tener una humedad relativa baja en el interior del invernadero:
- Las plantas deben de hacer un sobreesfuerzo para mantener sus estomas abiertos, lo que puede acabar llevando a que se marchite por deshidratación.
- La producción se verá afectada, habrá un menor número de frutos y estos serán más pequeños y de peor calidad.
¿Cómo controlar adecuadamente la humedad del invernadero?
Controlar la humedad en el interior del invernadero es fundamental para cuidar la salud de nuestras plantas y garantizar la mejor producción posible. Las ventilaciones y sistemas de calefacción y enfriamiento son un apoyo fundamental para lograr la humedad relativa ideal en el interior del invernadero.
El uso de la ventilación combinada con los sistemas de calefacción pueden prevenir la condensación en la superficie de los cultivos y la estructura del invernadero. Durante el verano, pueden utilizarse los sistemas de enfriamiento para incrementar la humedad.
También pueden utilizarse otros sistemas complementarios como humidificadores y deshumidificadores en función de las condiciones ambientales y climáticas propias de la zona.
La importancia de una medición adecuada
Saber cómo controlar la humedad relativa en el interior del invernadero es fundamental pero tanto o más importante es saber cómo medirla.
Una buena opción es contar con un sensor de humedad relativa en el invernadero y otros equipamientos para llevar un control de la temperatura. Otra alternativa más económica y sencilla es controlar con un higrómetro portátil aunque en este caso las monitorizaciones deben hacerse de forma manual.