Hay muchas formas de definir qué es un sustrato pero la más sencilla sería afirmar que es cualquier material diferente al suelo que se utiliza para retener el agua y los nutrientes y para servir de anclaje al sistema radicular (las raíces) de la planta. Los sustratos pueden estar formados por materiales orgánicos, inorgánicos o por una combinación de ambos tipos.
Los sustratos se utilizan en todo tipo de cultivos, incluidos los invernaderos, para crear un suelo ideal; entendiendo como “suelo ideal” a aquel en el que la planta puede encontrar el agua, las sustancia minerales y el oxígeno que necesita para tener un crecimiento y desarrollo óptimo.
En definitiva, un buen sustrato es fundamental para obtener los mejores resultados en cualquier tipo de cultivo. Por eso, como especialistas en invernaderos, en este artículo de Sistemas Hortícolas Almería además de contarte qué es un sustrato vamos a darte todas las claves para que sepas reconocer uno de calidad. ¡Quédate con nosotros y toma nota de todas las claves!
Sustratos orgánicos e inorgánicos
Como comentamos cuando te explicamos qué es un sustrato, este puede ser orgánico, inorgánico o estar compuesto por una mezcla de elementos de ambos orígenes.
- Los componentes orgánicos más habituales que se utilizan para elaborar un sustrato son, entre otros, la turba de musgo, cortezas de árboles, trozos de fibra de coco, cáscaras de arroz, fibras de diferentes árboles, etc.
- Los componentes inorgánicos más habituales que se utilizan para elaborar un sustrato son, entre otros, perlita, piedra pómez, vermiculita, arena, hidrogel, etc.
Algunos de estos componentes retienen el agua sobre sus superficies, otros la retienen dentro de sus estructuras y otros como la perlita retienen muy poca agua. Aunque en el siguiente punto veremos con detalle qué propiedades puede tener un sustrato, te adelantamos que algunos de los factores que determinan cuándo utilizar uno u otro es la capacidad para retener el agua o la sujeción que pueden ofrecer al sistema radicular de las plantas. También se tienen en cuenta otros factores más complejos como la capacidad para regular el pH del suelo, por ejemplo.
¿Qué propiedades pueden tener los sustratos de cultivo?
Los sustratos tienen principalmente dos tipos de propiedades: las de origen físico y las químicas. También hay otros factores extra a valorar como la disponibilidad, el coste o la facilidad y la rapidez con la que puede ser mezclado o incorporado al suelo; aunque estos son menos relevantes.
Las principales propiedades físicas a valorar a la hora de elegir un sustrato son las siguientes:
- Capacidad para retener el agua.
- Aireación.
- Tamaño de las partículas y densidad aparente (peso por volumen).
- Porosidad.
- Capacidad para ofrecer una estructura estable.
Las principales propiedades químicas a valorar a la hora de elegir un sustrato son las siguientes:
- Nivel de pH (cómo de ácida o básica es la solución)
- Lectura CE (conductividad eléctrica, que influye en la cantidad de nutrientes disponibles y que los cultivos pueden absorber)
- Velocidad de descomposición.
¿Cómo tiene que ser el sustrato ideal?
Ya sabes qué es un sustrato, los principales elementos con los que se elabora y las principales propiedades físicas y químicas a tener en cuenta para escogerlo pero quizá te preguntes cómo detectar un buen sustrato.
Aunque las características concretas dependerán de las necesidades de tu cultivo y de tu suelo hay ciertos puntos comunes en todos los buenos sustratos, son las siguientes:
- Debe de ser estable y no perder sus cualidades físicas fácilmente. Es decir, no debe apelmazarse al entrar en contacto con el agua, por ejemplo.
- Tiene que ser esteril. Esto significa que debe de estar libre de patógenos para las plantas.
- Ha de tener una buena capacidad para retener los nutrientes y permitir el intercambio iónico. Idealmente, también debe contar con nutrientes asimilables para la planta.
- Es importante que sea ligero, con una baja densidad aparente. La densidad se calcula teniendo en cuenta la relación entre el peso y el volumen.
- Tiene que permitir una buena aireación de las raíces. Idealmente, la porosidad debe suponer un 20% del volumen total.
- Su pH debe de estar entre el 6 y 6,5; es el ideal para la mayoría de plantas aunque te recomendamos investigar antes cuál es el pH más adecuado para lo que buscas cultivar.
- Es importante que retenga el agua pero sin perjudicar a la capacidad de aireación. Salvo excepciones un buen volumen de agua retenida debería estar en torno al 25% del volumen total.
Ahora ya sabes cómo escoger el sustrato ideal para tu invernadero. Desde Sistemas Hortícolas Almería te ayudamos a obtener los mejores resultados con tus cultivos ofreciéndote los mejores materiales para el montaje, construcción y mantenimiento de tu invernadero. ¡Echa un vistazo a nuestra tienda online y encuentra todo lo que necesitas para el día a día al mejor precio de la web!